He terminado de leer el libro “Memorias de una Geisha” y recuerdo que al leer una de sus lineas me acordé de una foto que hice.
Dice así:
En lugar de castaño oscuro, los ojos de mi madre eran de un gris translúcido, y los míos son exactamente iguales. Siendo niña le dije una vez a mi madre que alguien le había hecho un agujerito en los ojos y que se les había salido toda la tinta, y ella pensó que era una ocurrencia la mar de graciosa. Los videntes decían que sus ojos eran tan pálidos porque había demasiada agua en su personalidad, tanta que los otros cuatro elementos apenas estaban presentes.
A él le pasa lo mismo ^^